Reseña de “Los Tecnoguardianes” de David Lorén Bielsa

En mi anterior vida como cinéfilo sin criterio, y digo bien porque elegía ver lo que me apetecía sin pensar si era bueno, malo, pésimo o de un género concreto, he visto películas de ciencia ficción por doquier, incluidas del espacio. Pues bien, no puedo asociar ninguna en concreto a el libro que vengo a reseñar, ya que dentro de esta novela hay una historia muy grande. Más bien la veo como una serie, y series he visto pocas espaciales, que tampoco las puedo enlazar con Los Tecnoguardianes. Es posible que tenga muchas similitudes con varias películas a la vez, pero yo no doy con ellas o no las recuerdo, cosa muy posible por mi mala cabeza. En fin, paso a la reseña, que para decir nada mejor me callo.

Antes de comenzar quiero decir que esta es una simple opinión de una novela que me ha gustado mucho, sino no la reseñaría.

Título: Los Mundos del Emperador: Los Tecnoguardianes

Autor: David Lorén Bielsa

Género: Opera espacial, aventuras, ciberpunk.

 

Sinopsis:

Año 4000. Malas decisiones y planes descabellados, o puede que solo el destino, reunirán en la misma nave a la científica Bjän Sheridan, cuya ambiciosa carrera ha sido truncada, a Ricco Jara, un peligroso convicto, y al teúrgo Esönga, protector de una niña extraordinaria, rumbo a un futuro incierto.
Cegados por sus propias misiones, no percibirán la sombra de una antigua sociedad secreta llamada «Los Tecnoguardianes», cuya resurrección es inevitable. Los tres deberán aprender a asumir sus actos y enfrentarse a las consecuencias, que podrían suponer la semilla de una nueva era.

«Los Tecnoguardianes» es una ópera espacial, con elementos ciberpunk y de fantasía oscura, de acción y aventuras. Se trata de una novela independiente perteneciente a la serie de «Los Mundos del Emperador», ilustrada por Héctor R. A.

 

 

 

Reseña:

Lo primero que quiero destacar en esta ocasión es la increíble portada Ilustrada por Héctor R. A. que muestra una inmensa escena de la novela. El interior también está ilustrado con imágenes muy oportunas que sirven para ponerte en situación y hacerte una idea de algunos lugares y momentos clave.

Y ahora vamos a lo gordo: la historia comienza con una escena muy impactante en la que aparecen varios personajes importantes como son Esönga, la niña extraordinaria, y un personaje a los que hay que temer: Filippo Vermont, el Cremador, alto mando de la Inquisición. Y ese es un punto a destacar, la Inquisición está de vuelta, más de dos mil años después de su desaparición ahí está haciendo y deshaciendo con puño de hierro y siempre velando por sus intereses relacionados con la fe de la Luz.

Después de dicha escena, el autor comienza a presentarnos a Bjän Sheridan, una brillante científica que por diversos motivos la llevan a trabajar como ingeniera a una lanzadera espacial. Allí se reúne con toda una tripulación y sus pasajeros, cada cual con sus peculiaridades, virtudes y defectos.

La verdad es que, viendo la portada, pensaba que la novela sería más al estilo Estark Trek, con guerras entre naves espaciales, más que nada por la portada. Y aunque sí que hay algo de eso, es lo de menos. Se puede decir que es una aventura espacial, pero porque recorren varios planetas y estaciones espaciales, pero la acción y las tramas ocurren en cada uno de esos lugares, donde se generan diversos y variados conflictos que tendrán que resolver.

Conforme leía el primer gran embrollo, me di cuenta de que, además, era un thriller, pues me tenía intrigado con los misterios que sucedían. Y en ese pensamiento llegó la gran primera sorpresa. Una escena de acción por todo lo alto que es solo un aperitivo para lo que se avecina durante el transcurso de los acontecimientos. Desde entonces, se mezclan el misterio y la aventura por igual, pues el autor no deja de poner en apuros a los personajes logrando que estés en un estado casi permanente de preocupación.

En un punto en concreto los personajes se separan, para llevarte por dos historias muy distintas. Creo que eso es un gran acierto porque mientras lees una descansas de la otra, aunque logra tenerte pendiente de ambas y queriendo devorarlas para saber qué sigue y cómo acabará. Y todo porque David ha creado unos personajes muy vivos con los que llegas a empatizar y a sufrir por ellos, este es otro punto fuerte, los personajes tan bien creados.

Ya habréis notado que no quiero desvelar mucho más, pero es que creo que no sabiendo más es como más se disfruta y el objetivo de esta reseña es que leáis los Tecnoguardianes. Aunque, voy a decir ciertas palabras al azar con las que os encontraréis si tenéis la fortuna de leerla: tecnología futurista, estaciones espaciales, planetas, máquinas de combate, cyborgs, habilidades sobrenaturales, atentados terroristas, avaricia, poder, artimañas, conspiraciones y mucho más.

El final es… Ja, ja, ja. No voy a mencionar absolutamente nada del final, me ha gustado tanto la historia que no voy a decir nada.

La novela está muy bien escrita, con un gran vocabulario y dividida en párrafos cortos que, en combinación con lo anterior, hacen de Los Tecnoguardianes una lectura fácil.

Quiero recalcar que las descripciones son cortas y precisas y, aunque se explica prácticamente todo, es fácil de entender. Es cierto que para algunos lectores reacios a la ciencia ficción puede ser algo complejo, pero creo solo tienen que asimilar ciertos materiales y conceptos, o directamente pasar por alto dichas explicaciones, pues su objetivo es enriquecer la historia, darle coherencia y satisfacer a los lectores de ciencia ficción dura.

Algo que casi paso por alto es el contenido de los diálogos, no se dice nada por decir y las conversaciones entre personajes, sobre todo algunas en concreto, son muy interesantes por sí solas.

Sería un sacrilegio no mencionar que Los Tecnoguardianes es una novela autoconclusiva de Los Mundos del Emperador, el universo creado por David Lorén Bielsa.  De dicho universo también tiene publicada la novela Los mundos del Emperador: Auryn y una novela corta de acción trepidante El Incidente Creta. Ambas son también autoconclusivas, aunque tienen pequeñas conexiones entre ellas.

Ahora, como siempre en mis reseñas, pongo el punto negativo. En este caso es algo tan personal como la duración de los capítulos. En general son normales, pero leo muy despacio y se me hacen largos, por lo que me gustan más los capítulos cortos, que los hay.

La sección de palabra odiada hoy la recupero, con la palabra Kesparate, una ciudad, que supongo que se pronuncia en inglés (késpareit) sino no tiene perdón el autor. Se lo preguntaré. Es lo que tienen los autores autopublicados, que son accesibles. Y la palabra que más me ha gustado, a rabiar (bueno en realidad todos los nombres me han gustado mucho), es “Moonlight Shadow”. ¿Te suena? Pues claro que te suena, es una canción de Mike Oldfield, pero en la novela es otra cosa muy distinta y para saberlo tendrás que leer Los Tecnoguardianes.

Conclusión:

Novela de Ciencia ficción espacial de aventuras llena de acción misterio sorpresas, de fácil comprensión que harán las delicias de los seguidores de dichos géneros y de todo aquel que la lea. Es altamente adictiva. Querrás mucho más.

 

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