lunes, 29 de junio de 2020

El día de la marmota benalmadense. (Hechos reales).


.El día de la marmota benalmadense. (Hechos reales). 3/6/2020

Cada mañana me levanto, desayuno con los peques y aprovecho su estado de semiinconsciencia matutina para hacer las camas y poner una lavadora.

Día 1. En el lavadero, recojo los trapos del día anterior y observo a un hombre en camiseta de tirantas azul, sentado debajo de un techo metálico disfrutando del frescor mañanero en su azotea. Por la pose diría que está viendo una serie o película en el portátil.
Día 8 (Una semana después). En las mismas circunstancias vuelvo a ver a ese vecino lejano en la misma postura y con la misma ropa.
Día 9. 9:00 Esto parece la película “El día de la marmota”. Me quedo observando durante unos minutos y “el señor mimo” no mueve ni un músculo.
20:00 Me asomo con el fresco de la tarde y ahí está. Observo nuevamente para comprobar que se trata de un ser humano vivo y no de una “disecación pos mortem”. Efectivamente, realiza un ligero y suave movimiento que me confirma su vitalidad.
22:30 Tiendo una nueva remesa de trapos húmedos. Ya no está el tipo o se mimetiza con la oscuridad nocturna.
Día 10. El tío se pega todo el día allí sentado. Sobre las 19:00 vuelve mi mujer de trabajar y le comento el suceso. “No estará muy bien. Pobrecillo”.
Día 11. Míralo otra vez, no puede ser. Busco el móvil y le hecho una foto para comentarlo en Facebook. Está muy lejos y no se aprecia en la foto. Hago zoom en la pantalla y ¡voila! Claramente se trata de un jodido poster a tamaño natural. Si lo se le hago una foto antes.


Reseña de "Seis meses" de Paloma Carnero.

PC SM

Reseña de "Seis Meses" de Paloma Carnero.

Esta reseña es una simple opinión y no soy ningún experto en la materia. Solo pretendo acercar libros dignos de ser leídos a lectores deseosos de leerlos. Por supuesto, si reseño un libro, me gusta.

 Sinopsis.

Ángela, una animadora que trabaja en un hotel de la Costa del Sol, recibe en la noche de Halloween de 2020 un regalo. A la mañana siguiente, despierta en Santo Domingo (República Dominicana) ¡pero en 1783! Todos la tratan como la señora de la hacienda, y cuál es su sorpresa al ver que su supuesto marido es sospechosamente parecido a un antiguo amor de adolescencia. ¿Qué demonios estaba pasando?
Cuando la santera yoruba, Yeji, le explica que es la responsable de todo lo que le ha ocurrido, le propone hacerse pasar por la esposa de Jaime, el dueño de aquellas tierras, porque la vida de todos los que viven de esa hacienda depende de ello.
Aventuras, amor, magia, un acuerdo matrimonial, y un enemigo al acecho, todo bajo un telón histórico real de fondo en la paradisíaca isla española de finales del siglo XVIII.


Opinión.

Antes de leer este libro tenía mucha curiosidad de cómo era la narración de la autora, pues era compañera de trabajo, aunque no de departamento y me llevé una grata sorpresa con su manejo de las palabras. Esta novela está fraguada desde hace tiempo a partir de otra novela que Paloma transformó en lo que es ahora “Seis meses” Una novela romántica con sexo, acción, intriga, algo de frikismo y pequeños apuntes históricos de la época y situación en el que transcurre la historia, en el Santo Domingo de 1783. La novela comienza precisamente en esa época, donde aparece el motivo y la culpable del viaje en el tiempo que sufre la protagonista.
Con el transcurso de los acontecimientos, al inicio de la novela, se presentan todos los personajes con más trascendencia de la historia y se conocen los conflictos que nos mantendrán pegados al libro /tablet /móvil para saber su resolución. Pero no solo esto hace atractiva la lectura, también el imaginativo de Ángela para salir airosa de situaciones, cuanto menos, peculiares por la falta de comodidades que no existen en 1783.
Es una novela autoconclusiva, queda totalmente cerrada y todas las incógnitas que la autora deja, a conciencia, se resuelven. El final, aunque se puede intuir, no sabes si sucederá como piensas o no.
El momento doloroso llegó. La parte negativa, para mi gusto, es que ha faltado alguna aventurilla más destacable entre el conflicto principal y el comienzo de su resolución. También creo que ha sido una explicación al viaje en el tiempo demasiado compleja y, aunque se entiende, liosa. Otra peculiaridad que me llamó la atención fue que los personajes masculinos principales son muy modernos y comprensivos, teniendo en cuenta la época, pero entiendo que hay de todo en la villa del Señor. Eso sí, con lo que no puedo es con la palabrita de turno “Tomati”. No es demasiado especial, pero es de las que se me atragantan ¡ja, ja, ja!

Conclusión.

En general, la novela es muy entretenida, curiosa y excitante en sus momentos íntimos. Espero más de la autora.


Salvador Alba Márquez 2/6/2020

Reseña de "El corazón del Minotauro" de Jesús Salas y Lourdes delgado.

ECDM LD & JSReseña de "El corazón del Minotauro" de Jesús Salas y Lourdes delgado.

Llevo poco tiempo en esto de la lectura, por lo que en cierta parte me da algo de vergüenza dar a conocer mi opinión. Aunque como es una simple opinión y no soy ningún experto en la materia voy a darla. Solo pretendo acercar libros dignos de ser leídos a lectores deseosos de leerlos. Por supuesto, si reseño un libro, me gusta.

Sinopsis.

¿Qué misterio oculta el ídolo del antiguo rey Minos? Durante milenios, el símbolo de una perdida civilización del Mediterráneo ha permanecido dormido, palpitante, en espera de volver a despertar la codicia y la ambición de los hombres. A punto de capturar a un nuevo falsificador de cuadros, Nikos Thalassi, al que todos llaman, el sabueso, se ve implicado en una serie de acontecimientos que lo llevarán por los bajos fondos del arte robado de Europa, desde París a Creta o a la exótica Estambul. Su vida se verá inmersa en una desesperada lucha contrarreloj, cuando su prometida es raptada por las fuerzas oscuras que buscan ese poder antiguo. ¡Solo doce días! Un plazo angustioso para salvar la vida de la joven Angélique.


Reseña.

Cuando comencé a leer “El Corazón del Minotauro” me dio la sensación de que esta era una de esas historias que se deben leer rumiando cada renglón. Más adelante me quedó claro.

La historia comienza con un capítulo sobre el robo de la estatuilla “El Corazón del Minotauro”, lo que hace una buena puesta en marcha de la novela y refleja el principal engranaje que mueve la historia. El resto de la novela se centra en las peripecias de Nikos Thalassi, un investigador privado de arte que en ese momento busca a un falsificador de cuadros. Durante los primeros capítulos se presentan los principales personajes de manera gradual hasta que da comienzo la desesperada lucha a contrarreloj por salvar a la amada de Nikos, Angélique. Es en este punto donde comienza una tensión que no acaba hasta el esperado desenlace, donde me llevé alguna que otra sorpresa. Cabe destacar el gran trabajo de documentación que los autores plasman en los apuntes históricos que giran alrededor de la codiciada estatuilla, lo que nos hace entender su valor real y emocional.

En esta primera entrega (espero que de muchas, pero sin que decaiga la calidad), se plasma el inicio de un departamento del gobierno francés creado para poner en jaque a mafiosos, falsificadores y criminales relacionados con el mundo del arte y las antigüedades así como su recuperación.

Ahora llega la parte difícil para cualquier ser empático, y es nombrar lo que menos me ha gustado. Para mi gusto ha sobrado en ocasiones un exceso de explicación de las elecciones que podía tomar el protagonista y me ha faltado alguna sorpresa más por el camino. Eso sí, lo que no me ha gustado nada es el apodo “sabueso”. Ja, ja, ja cuando se me atraviesa una palabra.

Conclusión.

En general me ha gustado mucho, ha sido una lectura tranquila e interesante con escenas de acción para acelerar el ritmo y con un desenlace que me ha dejado muy satisfecho. Todas las tramas se cierran para continuar con nuevos casos en novelas posteriores.


Salvador Alba Márquez 2/5/2020

domingo, 21 de junio de 2020

Engracio Rodríguez: En la playa. Semana del personaje literario LLEC

Este minirelato lo escribí para un juego en la semana del personaje literario del grupo de Facebook LLEC. Había que hacerlo de un personaje propio o ajeno en no más de 200 palabras y a partir de la imagen que ilustra la entrada. Entonces no había dado a conocer a Engracio Rodríguez.
Este relatillo tiene su mérito pues lo realicé mientras esperaba a que me tocase el turno en la peluquería el día antes de casarme. Ha sido lo que he escrito con más presión y velocidad de mi vida. 11/6/2020

Engracio Rodríguez: En la playa.
Caminaba por el paseo marítimo observando la maravillosa playa. Se fijó en una señorita en topless y tropezó con una baldosa, se precipitó por la baranda y rodó colina abajo. La joven solitaria se acercó corriendo y al agacharse para comprobar el esta
do del hombre, este se levantó y chocaron cabezas quedando inconscientes, ella sobre él. Despertaron casi al unísono cuando una abuela se acercaba gritando ¡Degenerados! Y pudieron huir a toda prisa recibiendo un sombrillazo en la espalda. En plena carrera pudo ver un objeto brillando el la orilla. Se acercó, la recogió y se cortó al explotar fortuitamente. El papel ponía: "Inocente. ¿Creías que ibas a salvar a alguien?"

Engracio Rodríguez.
Personaje de relatos inéditos.

Coas que pasan.

Este minirelato lo escribí para el grupo de Facebook Los libros de la brujita y su calero dinámico. Tenía que  constar de entre 250 y 300 palabras e incluir "Petróleo, fanfarrón y puñetazo". 18/6/2020


#Medio 291 palabras incluido el título.

Cosas que pasan.

Siempre he sido un fanfarrón, me he pasado con mi amor hacia mi Porsche, a pesar de que consumió las reservas de petróleo de todo oriente medio. Por eso me sentó como un puñetazo en la boca del estómago el verlo amontonado con otros de su categoría en aquel desguace.

Todo comenzó cuando iba camino de mi empresa, paré en un semáforo y a mi derecha se detuvo un descapotable rosa chicle conducido por una fémina despampanante de ojos claros y pelo multicolor que me guiñó el ojo. Lo tenía claro. Le había gustado. Conduje tras ella deseoso de probar su cuerpo. Cada vez que me dirigía la mirada en cada parada realizada por las señales de tráfico, suponía un aumento en mi riego sanguíneo que se acumulaba en mi miembro. Llegamos a una casa nada modesta, aparcamos en la entrada y se bajó del coche. Me hizo señas con el dedo para que me acercase a ella y, a punto de tomar contacto físico, huyó de mí meneando el trasero y, consciente de mi lujuriosa mirada, se dio una palmada en las nalgas. La seguí hasta la entrada y allí nos besamos para entrar y subir a su habitación. Estando en la cama desnudos, y saboreándonos mutuamente, oí el inconfundible motor de mi Porsche. Me sobresalté y dejé mi deliciosa labor con brusquedad para asomarme por la ventana.

Mi mujer me dirigió una sonrisa malévola y se llevó mi coche chirriando rueda y dejando una estela de humo tras ella. Minutos más tarde, recibí en el móvil una ubicación y pedí un taxi. Y aquí me encuentro, en este desguace, jodido por lo de mi coche y por no haber podido rematar la faena con la fémina.

Quien fue a Sevilla...

Este microrelato lo escribí para el grupo de Facebook "Los libros de la brujita y su caldero dinámico". Si pensáis que el nombre es muy guay, o todo lo contrario, os diré que fui yo quien inventó el nombre. La dueña de dicha página escogió este de entre varios que propuse. Me sentí como un cura en los tiempos del franquismo, Ja, ja, ja. El relato había que hacerlo de no más de cien palabras a partir de la imagen que ilustra la entrada. 11/6/2020


#Txiki

Quien fue a Sevilla...

Para la raza humana han pasado miles de años, para otras apenas un suspiro...

—¿Cómo les ha dado tiempo de construir una carretera alrededor de donde planté las posaderas? Únicamente he ido a mear. Bueno, que les den, ese es mi sitio y allá voy. ¡A tomar por culo los diminutos estos!

Misterya.

Este micro relato lo realicé para el grupo de Facebook LiterFantasy. Se trataba de explicar un lugar o persona que se llamase "Misterya". La imagen la incluí por aquello de lo visual. 17/6/2020

#creativoLITERFANTASY

Misterya fue fiel a generaciones de reinas, reyes y a la soberanía del pueblo tras su alzamiento. La región del Mist ha sido siempre un hervidero de nobles con ansias de poder en el que se apuñalaban los unos a los otros para derrocar a cualquiera que ostentase el trono. Fué con la aparición de las religiones de los elementos cuando el pueblo pudo adquirir el poder necesario para lograr vencer a las huestes de los nobles del Mist. Ella fue la que trajo desde los confines del mundo a los monjes del aire, tierra, agua, vida y muerte para poner fin a la rueda de violencia y muerte que giraba en el lugar. Estaba cansada de salvaguardar la integridad de intolerantes que la trataban como a un arma de guerra siempre en beneficio de propio y en detrimento de sus semejantes. Ella estaba cansada de combatir cuando no era más que una yegua blanca como la nieve. Un inofensivo animal que solo quería vivir en paz. Aunque tenía la maldición o bendición de poseer la mente de un humano superior y la capacidad de transformarse en humanoides de distinto tamaño y fortaleza. Ella era Misterya.

 


Ni un ápice de violencia.

Este microrelato lo creé para el grupo de Facebook Panorama Indie basándome en la imagen que pusieron (La que ilustra esta entrada). 16/6/2020

Ni un ápice de violencia.
Muertes y más muertes por culpa de las ansias de poder de todo dirigente. Casas ardiendo, palacios y castillos derruidos y tesoros saqueados. No quedó nada en pie, todo se redujo a cenizas. Todo excepto la biblioteca, aquel lugar olvidado que ofrecía la solución a cualquier problema. Un chiquillo se refugió en ella y creció alimentando su sesera hasta llegar a convertirse en el líder que llevaría a su pueblo a la mayor gloria jamás conocida sin emplear ni un ápice de violencia.
De haberlo sabido, sus enemigos habrían quemado aquella biblioteca en lugar de las armerías.

martes, 16 de junio de 2020

Engracio Rodríguez: Una decisión trascendental.

Engracio Rodríguez: Una decisión trascendental

Era un día soleado y me dirigía a la playa en chanclas, bermudas y camiseta de tirantes. Andaba por la calle pensando en la teoría de la relatividad cuando noté un fuerte golpe en la frente que, emitiendo más sonido que dolor sentí, atrajo las miradas de los transeúntes mientras continuaba andando ignorándolas consciente de que me chorreaba un hilo de sangre por la cara. Cuando dejé atrás ese tumulto de miradas, me sequé las lágrimas de los ojos y una anciana que paseaba a su perro me detuvo y me limpió la sangre de la cara con un pañuelo de papel arrugado que guardaba en su mano sin yo poder evitarlo. Mientras la señora se preocupaba por mí, el chucho no hacía más que olerme y lamerme los tobillos. Cuando me despedía de la señora, terminó por orinar en mi pie izquierdo. La mujer le regañaba a la vez que sacó un pañuelo nuevo de su bolso, secaba las partes húmedas del animal y lo arrugaba en su puño para proseguir la marcha. Me quedé observándola hasta que la perdí de vista, sin dejar de pensar que tras varias papeleras no tiró el pañuelo arrugado en ninguna de ellas. Continué mi camino y algo me cayó en mi hombro desnudo, una simpática ave me había defecado encima. Recordé el pañuelo de la anciana y, antes de que a alguien se le ocurriera ayudarme, corrí hacia una fuente que veía para limpiarme. Tuve tan mala fortuna que resbalé con el húmedo suelo y acabé de espaldas en el suelo con el trasero y la cabeza doloridos por el golpe. Varias personas se acercaron, pero yo no hacía más que ver a señoras con pañuelos arrugados frotándome en las partes húmedas de mi cuerpo, que por los salpicones de la fuente eran muchos. Cuando estuve en pie y listo para seguir, agradecí la ayuda y metí la mano en la fuente para limpiarme el hombro. No recuerdo nada más antes de despertar en este hospital, pero me han dicho que recibí una descarga eléctrica por una avería en el motor de la fuente. Estoy en el rellano de la planta séptima, han pasado unas horas desde que tengo que irme del hospital y no sé si hacerlo por el ascensor… o por las escaleras…


jueves, 4 de junio de 2020

Álex Torres, el licántropo y la Moraleja.

Este reto para Panorama Indie Extra, grupo de Facebook, consistía en grabarse leyendo un relato creado a partir de un personaje de ficción de alguna novela que no fuese de uno mismo. elegí a Álex Torres de "El Caso Colmillitos", escrito por JL Prieto. 26/5/2020

Álex Torres, el licántropo y la Moraleja.

Desperté con una resaca de pelotas, jodido Obi Wan, ¡vaya sitio al que me llevó!, ¡qué Gyn-tonic más malo servían! Aún sigo sin recordarlo. Creo que estuve bien jodido, la única imagen nítida que tengo es la de un enano vestido de flamenca bailando reguetón. ¡Reguetón! ¿Estamos locos? En fin, que tuve que ir tras la pista del hombre Lobo de la Moraleja hecho polvo.

Para acceder a la urbanización no tuve más que presentar mi documentación. El ricachón que me facilitó toda la información había comunicado a seguridad que iría un periodista a realizarle una entrevista sobre su pasado como militar. No querían que le tomasen por un loco. El hombre había estado escuchando aullidos durante meses, lo habían comunicado varios vecinos a la policía, pero solo él había visto a la bestia correr con un gato entre sus fauces.

Me abrió la puerta Mariano Cortés, el ricachón, llevaba una bata corta que dejaba ver sus canillas. ¡Vaya asco de tío! parecía un gorrión. Sus huesudas piernas contrastaban con  un cuerpo grande, fuerte y una gran barriga cervecera acumulada durante años.

—Pasa, no te esperaba tan pronto, me dice. ¡Las una del mediodía!, y yo que pensaba que llegaba tarde.

Entré y lo primero que vi fueron estanterías llenas de libros, tanto antiguos como nuevos. Se quitó la bata y me hizo pasar a su despacho. Le seguí sin poder evitar mirar sus nalgas colganderas bamboleándose en calzoncillos, era hipnotizante. Al llegar, vuelven a destacar los libros. Eché un pequeño vistazo y todos eran de leyendas antiguas, sobre todo de licántropos. Comencé a sospechar que estaba un poco tarumba, pero lo que encontré más adelante no me dejó lugar a dudas. Antes de ponernos con los detalles de la búsqueda me pidió amablemente que le ayudase con un asunto. Le pregunté de qué se trataba y me hizo pasar a un cuarto tras una de las librerías. Cuando vi la estantería abrirse me entró el canguelo, pero yo tenía que seguir con el asunto para no perder mi prestigio, si es que lo tuve.

Nada más entrar vi a un jodido hombre-lobo olisqueando un enorme hueso de vaca encerrado en una jaula. No me dio mucho miedo, tenía las garras  vendadas y un vozal puesto, además movía el rabo de un lado para otro en señal de que le caía bien. Al verlo, Mariano me explicó que lo que quería conseguir era una mujer-loba para criar bebes-lobitos. Por supuesto me negué a semejante tropelía, pero antes quise saber por qué tenía las manos vendadas si estaba enjaulado. A lo que me respondió que le destrozaba la espalda en las noches de luna llena. ¡Era increíble, encima de tenerlo enjaulado abusaba de él! ¿O era Mariano el abusado? En cualquier caso, tras negarme a la cría ilegal de engendros, soltó a la bestia para que saciara su sed de sangre. Y la sació, ahí dejé a la bestia cebándose con Mariano.


Sin título

Este es el segundo reto para el grupo Panoama Indie de Facebook en el que hay que escribir un microrelato de no más de 100 palabras a partir de la imagen (la que ilustra la entrada). 30/5/2020.


Sin título


-Aquí estoy contemplando el atardecer que nos brinda el todopoderoso sol. Disfruto de los últimos vuelos de los pájaros, de las últimas carreras de los animales diurnos que dejan vía libre a los nocturnos. Relajo mi mente hasta sentir cada centímetro de mi piel y lo olvido todo...
¿Eh? ¿Qué hago aquí? ¿Cómo me he subido a la E? ¿Cómo bajo?

- ¡Oye, tú! ¡Por este lado tienes la escalera, imbécil! ¡Nosotros también queremos sacarnos una foto ahí arriba!

Último recurso

Este microrelato lo realicé para el grupo de Facebook Panorama Indie. Había que escribir en no más de 100 palabras una historia con lo que te inspirase la imagen (la que ilustra la entrada). Eran dos ganadores, pero fueron tres finalmente por lo ajustado de las votaciones del jurado secreto. Quedé tercero y el premio para los finalistas era la lectura de dicho relato en el podcast "La parada de los monstruos" de Óscar Rodrigo. 19/5/2020.

Último recurso. 

Evitó la muerte en el desierto de Holgan, atravesó el río Muil, cuyas aguas atemorizaban incluso a expertos navegantes. Luchó contra el gusano de fuego de las minas de Dafenis y contra Molut, el león de piedra de las montañas de Rosnel. Finalmente, recorrió las laderas de Rucentes, donde tendría que acabar con el tritón de Llacabo y recuperar de sus entrañas el cuerno de Kíglar. Una vez en su poder, podría devolverle la vida a una persona, pero debería escoger entre su hija y el único guerrero que podría acabar con el mal que asolaba su tierra.


Amor en tiempos de higlanders

Tras ganar el #retohighlander del grupo de Facebook LLEC, me obsequiaron con la estampa firmada que ilustra esta entrada, ja, ja, ja. En agradecimiento y por haberme comprometido en comentarios antes de terminar el reto, realicé un relato que no entró en concurso al ser el segundo y por haber terminado el reto. La cuestión era highlanderizar mi segunda novela, "En tiempos de muerte", pero sin incluir humor y tratando de que fuera romántico y dulzón, dulzón. 28/5/2020.

Amor en tiempos de Highlanders.
Carlo llevaba de la mano a la mujer que tanto amó en su adolescencia. Ella trataba de escabullirse de los trabajados brazos del joven mientras decenas de zombis se acercaban. Con todo el dolor de su corazón no le quedó más remedio que afrontar la realidad y decirle a la cara lo que debía saber.
—¡Tu familia está muerta!
Ella quedó shock y se dejó llevar. Carlo se sentía culpable por el dolor causado, pero era mejor eso a morir presa de los zombis.
Una vez en el piso se acomodaron en el sofá, Carlo le trajo un vaso de agua y un pañuelo para sus lágrimas. A pesar de los sollozos, la veía preciosa: seguía con la misma tez pálida de siempre, los mismos rasgos redondeados y el pelo fino y sedoso que la hacían parecer una muñeca de terciopelo. La abrazó para consolarla. Cuando cesó el llanto ella le besó lentamente. Él, la apartó para no aprovecharse de la situación.
—Carlo, siempre te he amado, en todos estos años no he dejado de pensar en ti. Déjame sentirte por completo.
Él no dio crédito, estaba a punto de cumplir su sueño de adolescente en plena invasión terrorista zombi.
Se abrazaron, se besaron con pasión, se susurraron lo mucho que se amaban al oído y sólo cesaron hasta que quedaron extasiados de placer y se durmieron abrazados. Él cumplió uno de sus sueños, sentir a la persona amada. Ella obtuvo el amor que tanto deseó e imaginó en brazos de otros y, sobre todo, sintió la fuerza, cariño y amor que poseen los auténticos descendientes de los Higlanders.


Por cierto la obra original la encontraréis en el siguiente enlace: Gratis con Kindle unlímited.

En tiempos de highlanders

Este reto del grupo de Facebook LLEC consistía en "highlanderizar" una novela previamente escogida antes de saber en qué consistía. Elegí "En tiempos de muerte", mi segunda novela. Mediante votación popular(como siempre), gané el concurso, diría que por el humor, ya que había otros que, a mi juicio, eran mejores.20/5/2020


En tiempos de Higlanders

Carlo salió a buscar víveres mientras los demás entrenaban en la azotea. Se enfrentó a tres zombis nerviosos. Decapitó a dos y el tercero le ensartó la cabeza con tan mala fortuna que Atlantean, su espada, se quedó incrustada en la pared. No podía sacarla y se acercaban más zombis. Cuando creía que debería abandonar su arma y correr como un cobarde, apareció él. Un mocetón bien guapo, alto, musculado y de melena rubia. Carlo no podía dejar de admirar cómo aquella bendición caída del cielo utilizaba su cuerpo hercúleo contra aquella muchedumbre de podridos. Los miembros volaban amputados, las extremidades también, por el gran mandoble que surcaba el aire. Carlo lo comprendió, si alguna vez catara varón sería con un hombre como aquel. Lo veía como a un dios transformado en hombre, que para más inri le estaba protegiendo, aunque esa bella escena se vio ensombrecida cuando tuvo que esquivar a un nervioso y en ese hábil movimiento se le levantó la falda escocesa dejando ver uno de sus portentosos testículos que caía lánguido fuera de su tanga de leopardo.

Una vez sin peligro, el caballero se acercó a Carlo y sacó la espada de la pared y del cráneo del muerto con la facilidad que le otorgaba su enorme brazo musculado.

—Evita las paredes la próxima vez.

Carlo se quedó mudo, quería agradecerle su hazaña, pero no podía arriesgarse a presentarle a su compañera a tal sexymbol. Sabía que dejaría de ser el macho alfa en cuanto cruzase el umbral de su puerta. ¡Vaya que si lo sabía!, ¡si le gustaba hasta a él mismo!

—¿Estás bien?

—Sí perdón, me he quedado traspuesto. Muchas gracias. ¿Cómo te llamas?

—Evan. ¿Puedo ayudarte en algo más? Me has caído muy bien.

—No gracias, iba a por papel higiénico. Tú también me has caído bien.

—Te acompañaré, así me hablas un poco más de ti y me cuentas con todo lujo de detalles cómo has conseguido esos glúteos respingones.

—¿De dónde eres?

—De Highlanders, en Escocia.

—Muy buena película Los inmortales y Brave hearth. Ah, y unas gaitas excelentes.

—Hablando de gaitas...

—Un momento —interrumpió Carlo—. Ven, te presentaré a mi pareja.

Evan se quedó muy cortado, aunque se le pasó en cuanto conoció a la muchacha. Hicieron muy buenas migas en el tiempo de almorzar los cuatro juntos. No cabía duda de que Evan era muy buen conversador y sabía llevarse a la gente a su terreno. Si no que se lo pregunten a Carlo, que no solo perdió el puesto de macho alfa si no que acabó en la cama con su novia pidiéndole un menàge á trois sabiendo que a Evan le fascinaban sus glúteos respingones.

Carlo cedió y logró salir con su hombría intacta. Evan volvió con los suyos con un andar extraño y no quiso saber más de ellos. La novia de Carlo le agradeció aquella noche de lujuria que hizo darse cuenta de que Carlo era el hombre de su vida.


"Pájaros cangrejeros"

Este reto del grupo LLEC de Facebook consistía en redactar el cuerpo de una noticia eligiendo un número sin saber a qué titular pertenecía ni el reto en sí. Elegí el número 35 que correspondía al siguiente titular, "Hombre asegura haber visto una bandada de pájaros volando en reversa". Las noticias se publicaban de forma anónima por lo que las votaciones fueron de lo más deportivas. aquí la aportación.

TITULAR 16

Hombre asegura haber visto una bandada de pájaros volando en reversa.

“Pájaros cangrejeros”

El suceso ha ocurrido a las 16:00 de la tarde del lunes día 9 de diciembre en una localidad costera española cuando un hombre de mediana edad, que prefiere mantener el anonimato, salió a tomar el aire a la terraza de su ático y vio una bandada de gaviotas volando hacia atrás hasta que la perdió de vista. El testigo no supo en qué momento iniciaron tan peculiar hazaña, pero por lo que comentan otras fuentes (vecinos de su misma localidad) parece que fue una reacción totalmente espontánea al llegar a la playa y ver un crucero de turistas que llevaba desde el amanecer tomando el sol a la orilla del mar y ya habían adquirido un tono incandescente que hizo creer a las aves que se acercaban a un asador de pollos. Otros vecinos especulan con la posibilidad de que retrocedieran de esa manera al tocar el agua tan fría o asustadas por tanto pis y crema bronceadora diluida en el mar, por algún cazador despistado que confundió la playa con el monte, e incluso con la remota casualidad de haberse topado con unos marcianos en un platillo volante. También una señora mayor muy religiosa asegura que ha sido el mismísimo Dios el que ha obrado el milagro y un joven mal educado que oía la conversación dijo: “Sí, rebobinó a las gaviotas con un mando a distancia, no te jode”. Sea cual fuere la causa del suceso, no cabe duda de que ocurrió como hemos podido comprobar en el vídeo que nos han hecho llegar a la redacción.
En el mundo animal existen varias especies que avanzan de espaldas de forma natural, como el cangrejo, la hormiga de la especie Cataglyphis velox cuando va cargada de comida y los humanos desde que Michael Jackson inventara el “Moonwalker”. Expertos biólogos del National Geographic investigan desde hace tiempo la imitación mutua entre animales del mismo entorno. Según esta teoría, fundamentada en una caso muy peculiar en la que una pequeña manada de cervatillos mataron a dentelladas a un oso y se alimentaron de él, las gaviotas podrían haber copiado el movimiento de sus colegas de hábitat, los cangrejos. “Por pura diversión, pues muy práctico no parece que sea”, afirma el encargado de un Loro Park. De confirmarse la teoría nos podríamos encontrar en un futuro casos extremos como el de vacas ordeñando a ganaderos, perros paseando a sus dueños y personas cagándose en los pájaros que paseasen un domingo por la tarde por la calle mayor.

Amor entre fogones y contratos indefinidos.

Este es otro relato para el grupo LLEC, de Facebook. En esta ocasión había que elegir un personaje al que le tuviésemos cariño y un color, rojo o blanco. Una vez cerrada la inscripción de participantes se dio a conocer el reto, que consistía en escribir un relato con el caso resuelto del asesinato de ese personaje al que tanto cariño le teníamos (Hodor) y había que incluir al capitán del equipo del color que habíamos elegido. Escogí Blanco (Alicia Brujilla(Izascun Brujita). Aquí mi aportación. 12/2/2020
Amor entre fogones y contratos indefinidos.
Vi con mis propios ojos los acontecimientos que motivaron el asesinato del pobre Hodor, aunque no el acto en sí. Recientemente, tras quince días de prueba, fue contratado indefinidamente por su servicialidad y buena disposición ante cualquier orden recibida como ayudante de cocina en el Hotel LLEC. En ese corto periodo de tiempo fue ganándose el cariño de todos sus compañeros (entre los que me incluyo), aunque hubo una persona que llegó incluso a enamorarse de él perdidamente: Alicia, la jefa de cocina, llamada Brujilla por las bromas de mal gusto que llevaba a cabo con su personal. No fue un flechazo precisamente lo que la enamoró, sino la permanente sonrisa del grandullón y su fina prosa. La paciencia también era una de sus virtudes: una de las bromas que propiciaron el acercamiento consistió en ordenarle que llevara unas ollas vacías al lavavajillas sin avisarle de que habían estado vacías a fuego máximo durante dos horas. «Hodor» contestó con una sonrisa y lágrimas en los ojos mientras realizaba una penetrante mirada a Alicia. Creo que ese fue el momento en que decidió el señor JL Prieto, director del hotel, hacerlo fijo en la empresa tras recibir un chivatazo por parte de uno de sus infiltrados.
Tanto Alicia como Hodor fueron muy felices desde que ella tropezó y él la cogió en volandas y, después de realizar un doble tirabuzón, se quedaron mirándose fijamente como dos adolescentes: «Te amo Hodor», «Hodor» contestó él.
Al tercer día de felicidad, Verónica, una cocinera, sonrió a Hodor, éste correspondió y vi cómo Alicia se enfureció, los ojos se le inyectaron en sangre e hizo añicos el pepino que estaba troceando (sí, era la jefa, pero elegía esa simple tarea para poder vigilar a su personal en todo momento).
Sé que fue ella quién le clavó la sartén entre ceja y ceja, aunque la policía sospecha de Verónica al no aparecer por ningún sitio y de mí por ser a quién le tocaba que le hicieran el contrato indefinido. No diré nada. Acabo de hablar con Alicia y mientras mantenga la boca cerrada ella se encargará de mantenerme en plantilla, aunque primero tengo que picar toda esta carne... ¿Dónde estará Verónica?

Don Juan, el jinete sangriento.

Como mi mente es inquieta, durante el reto de las cajas del grupo LLEC de Faceboook, se me ocurrió realizar el reto adaptando la escena de la declaración de Don Juan Tenorio a tres géneros distintos. Dos de ellos no los seleccionó nadie gracias al azar (LGTB - Gore - Western). Se lo dediqué al equipo del grupo y a los participantes y lectores del reto. 13/5/2020


Don Juan, el jinete sangriento.


—Ya le dejé un mensaje. Su padre estará tranquilo.

—¿Qué le dijiste?

—La verdad. Que su hija estaba a buen recaudo y protegida de la banda de Juan el Tenorio.

—El Sheriff te detendrá y te llevará a la horca.

—Calla ¡desviado! —Abofeteó a Ginés que se calló aturdido.

¿No es verdad, Ginés, maricón,

que lo que voy a hacerte

te hará sentir mejor?

—¡No lo hagas por favor!

—¿Que tus partes tan grandes

te pesan quintales

y no las vas a usar, mamón?

¡Amordázalo, novicia!

Juan le bajó el pantalón a Ginés, la novicia le acercó una navaja de grandes dimensiones y con una mano sujetó el miembro por la punta para ir rebanándolo por la base. La mordaza contenían los gritos que daba al paso de la hoja de Juan. Cortaba lentamente, deleitándose con el color de la sangre que chorreaba empapando el suelo. Una pasada delicada y suave, otra y otra, hasta que el éxtasis de Juan acabó y Ginés se desvaneció.

—Ya no volverás a meterle esto ha mi hermano. Y él no te volverá a llamar Inés.

—Ahí viene el sheriff, se oyen los disparos. Sus hombres no aguantarán mucho.

—Pues vayamos a hablar con su padre. Le dejaré este obsequio después de llenarle el cuerpo de plomo. Tráeme mi sombrero.

Dr. Tenorio


Este es un relato de ejemplo para un reto del que fui anfitrión. Primero había que elegir un color y un número de las tres cajas de cada tipo sin saber en qué consistía el reto. Por privado se enviaban las instrucciones y el día que comenzaban las publicaciones se desveló el reto. se trataba de adaptar una escena archiconocida de la literatura a otro género. a mí me retó JL Prieto al nómero 3 / azul. Es decir, Don juan tenorio (Declaración de amor) / Género LGTB. Aquí está el resultado. 6/5/2020


Dr. Tenorio. 

—¿Dónde vais Inés?

—Dejadme salir Juan

—Su padre estará deseoso de ver a su hijo.

—¿Hijo, enfermera?, ¿acaso ha sido hombre alguna vez la señorita Inés? Descuide, estará tranquilo con el mensaje que le he enviado.

—¿Qué le decíais doctor Tenorio?

—Que su hija por fin vive en el cuerpo que le corresponde, que le daré el alta en cuanto me lo permitan las suturas, en cuanto su alma y su ser se alineen por fin y pueda vivir en paz consigo misma.

Oh, ¿no es verdad Inés, mi amor,

que al despertar en observación,

con tu cuerpo nuevo, el mundo parece mejor?

¿Que tras estos largos vendajes

se esconden sensaciones

de orgullo y mucho valor?

Oh, paloma mía,

mientras mis manos ardían

dándole forma a tu nuevo yo,

mi corazón latía

por poder sentirte mía

en cuanto salieras de la habitación.

Que por fin mi mente y deseo

Concuerdan con tu cuerpo

y podremos saciar nuestra pasión.

Oh, princesa mía,

Al fin ha llegado el día

En que te levantes y te sientas viva

Como si de tu madre salieses este día.

—¡Oh, Juan, gracias por todo!

Gracias por darme valor

antes de la intervención

y por su gran labor

como sanador de almas,

pues salvó la mía

que tanto entristecía

el físico que atrás quedó.

Que con sus palabras y sus hechos

de amor me llenó el pecho

y con su afilado bisturí

Y sus hábiles manos

mi ser ha moldeado.

Oh, Juan, mi amor,

gracias por completar

lo que no pudo dios.

—¡Doctor tenorio, ahí viene su padre!

Escóndala en otra habitación,

Pues el alta no le daré.

Si ocurre esa aberración estará en peligro

su vida y nuestra relación.

—Oh, Juan, eso no ocurrirá,

pues, antes de que me atrape,

en el cielo el balcón nos unirá.

—De eso nada amada mía,

hablaremos con tu padre

en cuanto amanezca el día.



miércoles, 3 de junio de 2020

Tras la cuarentena.

Os dejo este relato que realicé para un reto del grupo de Facebook LLEC, donde teníamos que narrar el primer día del fin de la cuarentena por el COVID19. 31/3/2020

#retodia1


Tras la cuarentena.

Y llegó la hora de salir. Al abrir el portal y pisar la acera, se me llenan los ojos de lágrimas que recorren mi rostro, puta alergia. Me dispongo a bajar la calle en pos de pedir cita en mi centro de salud para que mi médico de cabecera me recete algo para la conjuntiviyis de caballo que tengo. Entro en el ambulatorio, me quito las gafas de sol, saco el número y me siento en la sala de espera.
Observo alucinado cómo un hombre de mediana edad despotrica de los médicos a causa del retraso en su turno. Otro le da la razón aprovechando para despreciar su trabajo.
Trato de entender como la gente ha pasado de aplaudirles a enfadarse con ellos. Toso por culpa de mi propia saliva y una mujer mayor se percata de mi dolencia y grita endiabladamente a la par que me da paraguazos en la cabeza. ¡¡¡Un infectado!!! ¡¡¡nos va a matar a todos!!! Salgo por patas y doy un paseo por el centro.
La calle no está tan llena como esperaba, pero las cafeterías están abarrotadas, en las tiendas no cabe un alma y los bares han tenido que habilitar las aceras para ampliar el negocio: mientras en las puertas hay mayores jugando al dominó y a las cartas en el suelo (tipo picnic), hay gente haciendo cola para entrar.
Llegando a mi casa, veo que el dueño de un bar sale a la calle, coloca un cartel, se abalanzan sobre el hombre y lo linchan. Me quedo petrificado. Cuando lo dejan en paz van calle abajo y se reparten por las colas de los otros bares. Me dirijo jacia el hombre malherido y veo el cartel: "No queda vino ni cerveza".
Tras llamar a una ambulancia y en espera de que venga, los curiosos vuelven a criticar a la sanidad por la tardanza. A los veinte minutos llegan y se llevan al hombre.
Una vez en casa reflexiono conmigo mismo. "Tenía razón, nadie ha aprendido nada de la cuarentena".

Sinceridad de enamorado.

Este poema de verso libre fue el segundo reto del grupo de Facebook, LLEC, en el que participé. Había que elaborarlo a partir de una imagen elegida previamente mediante un número elegido sin saber de qué trataba el reto ni dicha imagen. 19/1/2020
#retodulce


Sinceridad de enamorado.

Te como la nariz
y tu te descojonas,
pero no lo hago por que sí,
es que huele a pedo de mona.
Se que te encanta reír,
y a mí que lo hagas en mi boca,
pero te lo tengo que decir:
el pozo te huele a retrete de foca.
En este tren que nos lleva a Madrid
cada asiento y agarre está pegajoso.
Igual que el pañuelo donde te sonaste los mocos.
Ese donde debiste insistir,
ya que me he comido el más gordo.

Mi relación en tres actos: flechazo, convivencia y despedida.

Este es el primer relatito con el que participé en el grupo de Facebook LLEC. Había que elaborarlo con unas palabras elegidas antes de saber de qué se trataba el reto. Las palabras eran Castañas y hoja caduca.8/11/2019.
#retootoño

Mi relación en tres actos: flechazo, convivencia y despedida.
Nos conocimos en la biblioteca, yo leía a Miguel ángel Rodríguez ”el Sevilla” y ella a Paulo Coelho. Ella hizo un paréntesis para beber agua y, al levantarse de la silla, miré hacia ella y nuestros ojos se encontraron. Apenas fue un instante tímido que dio paso a otro y, más tarde, a otro más. Desconcentrado por su presencia y tras caérseme “Memorias de un homo-erectus” al cambiar de postura, decidí irme a mi casa. Salí a la calle pensando en volver para hablar con ella, me di la vuelta y allí estaba. Se sobresaltó tanto al ver que me seguía que se le cayeron los libros que había seleccionado: uno de Miguel de Unamuno, la Biblia, el Kamasutra y el que leía de Coelho. Me agaché a la vez que ella para ayudarla y nuestras cabezas chocaron con tan mala suerte que me partió la ceja. Ella se ofreció a limpiarme la sangre y curarme. Después, una cosa llevó a la otra y acabamos con la lengua de uno en la boca del otro en un banco del parque. A los pocos días ya nos habíamos unido carnalmente y a la semana ya lo habíamos experimentado todo.
Nuestra relación se ha basado en el sexo, la lectura y los viajes. Si íbamos al campo, leíamos y teníamos sexo. Si íbamos a la playa, leíamos y teníamos sexo. Si íbamos a un duelo, le dábamos el pésame a los familiares del difunto y a la vuelta leíamos y teníamos sexo. A pesar de que pudiese parecer monótono no lo era, pues entre sexo y libro hablábamos sobre nuestras lecturas y cuando nos aburríamos volvíamos con el sexo.
En unos años, conseguí trabajo como bibliotecario y ella montó una librería. Nos iba bien la vida y nos casamos. Convivimos varios años más sin ninguna pelea, ni una discusión ni una palabra subida de tono. Bueno… en la cama sí. Sólo rompían la monotonía las distintas visitas al hospital por accidentes domésticos como: un cuchillo clavado en el dedo gordo del pie, un dedo partido al cerrar un cajón, un huevo (mío) pillado con la tapa de un piano…
Pasaron unos años más y, aunque congeniábamos a la perfección, acabamos cansados el uno del otro, sentíamos que nos estábamos perdiendo algo de la vida. Entonces pensamos en separarnos y conocer gente nueva, pero antes decidimos hacer un último viaje como despedida.
Era verano, fuimos a Málaga y, como de costumbre: libro y sexo y después del sexo, pues, otro libro, con la diferencia de que a ella se le ocurrió hacer algo atrevido. Accedí y allí nos encontrábamos: en lo alto de un puente con los pies amarrados a una cuerda rodeado de gente que nos animaba a saltar. Saltamos, la adrenalina nos hizo flipar, y, cuando dejamos de rebotar, nos sentimos cual HOJA CADUCA mecida por el viento. ¡Oh¡!Qué bonito hubiese sido! Aunque fue más bonito aún. Nos dimos tales CASTAÑAS contra el suelo que la muerte nos unió para siempre.