lunes, 6 de septiembre de 2021

"Deseo animal" & "Y comieron perdices"


Estos dos relatos los escribí como ejemplos para el #retosanvalentin de LLEC 29/2/2021. Consistía en escribir un relato romántico y/o erótico de no más de 400 palabras con los dos o tres personajes elegidos a ciegas. Yo realicé dos, uno con personajes al azar y otros con los que pensé que sería más "difícil". 




 Deseo animal (Rapunzel, Katniss Everdeen y Pumba)

Después del fin de la guerra, Katniss Everdeen, una de las ganadoras de los juegos del hambre, puso rumbo a lo desconocido para tratar de olvidar los horrores vividos. Tras meses sola deambulando por la naturaleza, se encontraba en un descampado a cuatro patas gimiendo como nunca lo había hecho. Estaba totalmente desnuda, sus pechos se movían al ritmo que marcaban las embestidas de su pareja sexual. ¡Cómo le excitaba sentir en su espalda ese hocico húmedo y caliente! ¡Cómo se excitaba al sentir su cuerpo velludo contra el suyo! ¡Cómo le gustaban las pezuñas de Pumba clavándose en sus caderas! El jabalí estaba exhausto, había acabado dentro, pero quería que su compañera llegase al clímax. Se separó de ella y hundió su hocico en su sexo hincándole los enormes colmillos en sus nalgas. A Katniss le gustó esa mezcla de placer y dolor, y no se quejó hasta que culminó con la veloz lengua de Pumba dentro de sí.
Esa misma noche, Katniss se sobresaltó al oír un grito que cortó la noche, y fue en esa dirección arco en mano. Allí estaba ella, Rapunzel se encontraba acorralada, en lo más bajo de un acantilado, por varios perros y una anciana que los sujetaba. Katniss lanzó una flecha a la anciana y esta cayó al suelo, los perros se abalanzaron a por la chica, uno a uno logró abatirlos. Katniss llegó junto a ella, estaba malherida y sin conocimiento, así que la desnudó y se la llevó al río para lavarle las heridas.
Al despertar, Rapunzel tapó su hermoso cuerpo con su cabello, pero cuando vio a Katniss también desnuda, lo apartó. No la conocía, pero viendo sus heridas vendadas supo que había sido su salvadora y se acercó a ella agradecida. Sus pieles se tocaron y los pezones se erizaron. Sus bocas se unieron y jugaron con sus lenguas. Katniss descubrió a Pumba tras los matorrales, le hizo un gesto y Rapunzel asintió con deseo. Pumba no se lo pensó y se lanzó a dar placer a aquellas dos diosas. Mientras ellas se saboreaban lo más íntimo, Pumba se alternaba de una a la otra besando en negro para acabar satisfaciendo a ambas a la vez con su miembro y su cola primero y sus colmillos después.
Todo esto es lo que le hubiera gustado a Pumba que sucediera en vez de acabar en la tripa de Katniss Everdeen.











Y comieron perdices (Doraemon, Bella, King Kong)
King Kong había escapado de aquellos circenses y se encontraba cerca de un castillo. Allí vio a una joven encerrada en la celda de una torre. Se llamaba Bella y lloraba desconsolada. Destruyó los muros liberándola de su cautiverio y aplastó a la Bestia cuando este quiso atacarle. Los aldeanos escucharon el tronar del derrumbamiento y vieron a King Kong. En vez de huir, corrieron a por él antorchas en mano. El gorila no quería hacerles daño y huyó. Bella estaba aterrada en la mano de aquella mole peluda, pero algo le decía que no era tan malo, la sujetaba con delicadeza, ejerciendo la presión justa para que no cayese al vacío. Tras una larga caminata que duró dos días en los que Bella era cuidada por su captor con el único agravio de la falta de libertad y la perpetua observación por parte de King Kong, llegaron a China. Antes de cruzar la muralla, tanto la bestia como Bella, observaron un ovni de color azul que se acercaba lentamente.
Doraemon había avistado a Bella con uno de sus cachivaches y supo que necesitaba ayuda. No se lo pensó dos veces y se dirigió presto a salvarla. King Kong trató de darle varios manotazos, pero el gato cósmico se movía como una mosca cojonera evadiendo todos los golpes. Con mucha destreza voló alrededor del gigante y lo hizo trastabillar consiguiendo que cayera al suelo y soltara a Bella. Doraemon le tendió un gorrocóptero, la agarró de la mano y se fueron volando.
King Kong se levantó enseguida, era muy rápido y no le ganaban terreno, así que no tuvieron alternativa: lo marearon un poco y se introdujeron en el ano del animal: el único sitio en el que estaban a salvo, hasta que la naturaleza siguiese su curso. En aquella cavidad se respiraba un aire especial que enamoró a los improvisados inquilinos, sus encantos relucieron y comenzaron a retozar presa de la lujuria. Mientras Doraemon estimulaba a Bella con sus bigotes y ella acariciaba la bolita roja de su cola con pasión, el gorila comenzó a sentir un cosquilleo en su próstata que se convirtió en placer a medida que los dos amantes fornicaban como auténticos posesos. Los tres culminaron en un orgasmo que les hizo ver la vida de otra manera. Acabaron viviendo juntos y felices hasta el resto de sus días.





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